
Qué insistencia con la pretendida Reforma Judicial… …raya en la impertinencia, por carecer de sentido y de razón, no tengo la menor duda. Para dar soporte a lo anterior, comenzaré por el principio. En México, hay más de dos mil seiscientas instituciones en las que preparan y egresan abogados. Los que estudiamos la carrera, hace algunos años, solo nos tocó ver esa evolución…, … y, ¿la preparación?
Sin duda, al egresar de las universidades, acusamos deficiencias, porque en uno o dos semestres, no es posible conocer el amplio contenido de cada una de las ramas del Derecho…, mercantil, laboral, penal, amparo, etcétera, etc. Ah, y desde el marco constitucional, las disposiciones secundarias y demás normatividad, hasta llegar a los acuerdos y reglamentos.
En mi artículo, que publiqué el 28 de octubre del 2023, y que intitulé La carrera en el servicio público y los arrebatos, referí al ascenso militar, …como ejemplo del escalafón. Así, quien es General, comenzó desde teniente y, en base a un verdadero esfuerzo, le fue posible ascender. Por la relevancia de su actividad, obtener el grado superior, representa superar severos obstáculos. Ahí no hay improvisación.
En días recientes, festejamos por las medallas que obtuvieron, destacados atletas mexicanos, en las olimpiadas de París. A los triunfadores, los entrevistaron las distintas cadenas noticiosas, y, fueron acordes en que -sus triunfos- están precedidos de esfuerzo y preparación…, …de años y años.
Regresemos con la licenciatura en Derecho. Una vez que proliferaron -en todo México- las instituciones, en las que estudian los abogados, insisto ¿es cantidad o hay calidad?, porque -a los recién egresados- al preguntarles…, parecen más difusos, que -como egresé- hace algunos años.
En esos -cientos de instituciones-, ¿cómo es que eligieron sus plantillas de docentes?, con verdaderos profesores, o fuimos ahí, los que -de pronto-, teníamos poco trabajo. Ah, y una vez que egresan…, ninguna administración federal ha hecho algo por la colegiación; es decir, una cosa es el plan de estudios de la licenciatura; otro, obtener el título (previa elaboración de tesis o algún otro trámite académico); y, otra más, tener el aval de un colegio de abogados, para ofrecer los servicios en el litigio. Y no…, desde los albores del séptimo u octavo, semestres -los estudiantes-, van a los juzgados dizque a aprender; aunque, se erigen como litigantes, que no son aún, con la confusión que ocasionan.
Destacan los que ‘a buen temprano’ fueron a despachos serios; o, acudieron a las defensorías públicas y a las procuradurías. Con relevancia, los que llegaron a los poderes judiciales de los estados y demás tribunales; y, la verdadera universidad -del día adía- está en el Poder Judicial de la Federación. Por qué…, …porque, en la justicia federal hay mucha más exigencia (en todos sentidos); en el amparo, conocen de las diversas ramas del Derecho, y, desde la práctica… …regresan -a la teoría-, para estudiar especialidades, maestrías y doctorados. Y -así-, siguen (a la par), en ambas vías.
Y, con la tan trillada Reforma Judicial…, quieren quitar a los que tuvieron mejor formación, en la práctica, y siguieron con la teoría (a la par). A los que, como los militares, pasaron por un largo y escabroso ascenso; a quienes, como a los atletas olímpicos, dedicaron horas y horas a su preparación, para la obtención de las preciadas medallas. Ellos (los que no improvisan), …están en la ‘mira’ y -ya- los quieren ‘ejecutar’. Les urge hacerlo…, ¿por qué, en realidad?
Creo que, como autoridad federal, en la actual administración (y en las anteriores), debieron voltear hacia las universidades, para revisar sus planes y programas de trabajo. Los antecedentes de formación y preparación de sus docentes. Pensar en la colegiación de quienes, al cobrar un honorario (a quienes -a veces- no tiene para pagarlo), deben ofrecer solvencia profesional.
Además, pugnar por consolidar el sistema penal acusatorio (anhelo de los países de Iberoamérica), con los que dicen tener identificación y los defienden a ultranza. Si, en otras regiones del mundo, como estudiantes, primero y, como profesionistas después, lo lograron…, …nosotros ¿por qué no?
Y ¡no! Quieren quitar a los que tienen mejores cimientos -en su formación- que redunda en el desarrollo profesional, para poner a otros, que se preocuparon más… por la matraca y las porras al partido…, aunque, con ellos, si haya improvisación. Así…, …impartir justicia (más que por mérito en su formación), por la descalificación, a los que llevan años en sus tareas, a base de verdadero esfuerzo.
Ah, es que, los van a elegir…, reitero ya eligieron (y lo seguirán haciendo), presidentes, gobernadores, diputados… y fallaron. Por eso hubo alternancia en el poder. Cuando debieron elegir abogado, acudieron -con sus conocidos y de toda su confianza- y, a veces, erraron. Ahora, ¿elegir jueces desconocidos? Por esto, y todo lo anterior, es por lo que, esa Reforma, carece de sentido y de razón.
Atento los invito a leer mi artículo Teoría y práctica, que publiqué el 20 de julio del año en curso. Ahí, puse de relieve la formación y los estudios de posgrado (hasta en el extranjero), de quienes integrarán el gabinete de la futura presidenta de México. Relevancia que no vemos en áreas, jurídica y de seguridad. Como en la administración actual, aflora el desdén, por los temas -en los que- la llamada “cuarta trasformación”, dejará la marca oscura.
Abundaré… …por eso, en las procuradurías, hay áreas especializadas de investigación y, los juzgados y salas, son por materia (civil, familiar, mercantil, penal, etcétera), para que, quienes están al frente, tengan el soporte de la formación. Con la pretendida Reforma, estamos a nada de tirar (a la basura), años y años de estudios, esfuerzo y trabajo. En 2 décadas (los abogados de esos tiempos), nos darán la razón. Hoy ¡no! En el mundo color de rosa, …que les pintan y la mayoría cree…, quienes disentimos y acotamos, por la falta de sentido y de razón…, estamos en el error.
Y, por eso, “¿tienen sentido tus artículos? Si, al señor presidente, le creen < a ciegas > todo. Si, en la noche, él dijera que le quema el sol, también le darían la razón. Por las pocas personas que te leen, ¿vale la pena?”, insistió un amigo. Soy abogado, y puedo dar soporte a -esas carencias- …de sentido y de razón; de no ser así, tendría que ir a la Facultad de Derecho, de mi gloriosa UNAM, y decirle a la señora directora: vengo a devolver mi título…, …se equivocaron al admitirme. Y…, ¿a los abogados que pugnan por la Reforma Judicial?
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