
En la conclusión del año 2024, mi agradecimiento a los lectores de los 25 artículos que publiqué, y de las infaltables “Calaveras”; así también, a quienes adquirieron los ejemplares de mi libro Por la puerta de enfrente. Relatos de un agente de Ministerio Público, que concluyó sus ventas. Deseo para usted (es) y los suyos salud, armonía y éxitos en 2025.
Y…, ¿qué nos dejó, el 2024, en lo personal y en lo colectivo? Desde luego, cada uno se ocupará de evaluar lo primero; de lo segundo, es posible hacerlo público, por lo que acontece en el día a día. En forma por demás lamentable, en el año que concluye, el tema ‘seguridad’ fue muy complejo. Algunos días, ni bien repuestos de la noticia impactante… …y otra la superaba. El artículo 108 del Código Nacional de Procedimientos Penales dice, a la letra, lo siguiente:
Artículo 108. Víctima u ofendido
Para los efectos de este Código, se considerará víctima del delito al sujeto pasivo que resiente directamente sobre su persona la afectación producida por la conducta delictiva. Asimismo, se considerará ofendido a la persona física o moral titular del bien jurídico lesionado o puesto en peligro por la acción u omisión prevista en la ley penal como delito.
Luego, esas víctimas, entre los que están -los miles de muertos y desaparecidos-, tienen (cada uno de ellos) un sinnúmero de ofendidos, en sus familiares y en sus afectos; y, el daño a todos ellos, como una oscilación, por lo impactante de los acontecimientos y, el dolor, a consecuencia, se expanden en el entorno social y crea un verdadero tsunami, que ya lastima a infinidad de mexicanos.
La tarea de seguridad pública es relevante, y, de no acotar a los que delinquen, una vez perpetrado el ilícito, surge lo que algún día “tuiteo” (en la expresión de los tiempos del Twitter), una colega, quien dijo “el Derecho penal aparece cuando el daño ya está hecho” y, en muchas ocasiones, se torna compleja la investigación y, al asunto relevante de ayer, lo superará el de hoy, y al de este día, el de mañana y así en forma sucesiva; al respecto, expuse en mi libro en cita, “…una nata espesa cubre a las procuradurías / fiscalías…”, que están ahogadas por miles y miles de asuntos sin resolver.
Lo anterior no implica que, ante la inseguridad, la actividad de las autoridades de investigación, pasen a segundo o tercer plano… ¡no! Es muy relevante su quehacer profesional; porque, si logran acotar a las estructuras de los grupos delictivos organizados (competencia federal), minarán su capacidad de acción y, esos delitos -de alto impacto-, reducirán en forma considerable.
Es urgente salvaguardar a la población, y no solo ‘aliviar’ -a los ofendidos- con discursos que, cada día, pierden soporte, al no poder enlazarlos con la realidad. Los resultados, a favor de la población, deben ser la constante y, las acciones delictivas, las excepciones < no a la inversa >. Aún con ello, En 2024 pareció más relevante -que la anterior problemática- la elección de ministros, magistrados y jueces. En forma paradójica… …dos detalles que no podemos perder de vista:
Por una parte, ministros, magistrados y jueces, son ajenos a la seguridad pública y a la investigación. El Juez, conoce del asunto, cuando el Ministerio Público lo investigó y, como resultado, lo lleva ante él. Por la otra, algunos personeros que, en algún momento de su vida profesional, colaboraron con personajes (como el que fue sentenciado en los Estados Unidos -inclusive-), y, con ello, ligados a la seguridad pública; otros más, a la investigación, en la que pasaron… …casi por pasar. Aun < con y -por- sus antecedentes > estarán en la elección que… …es ¿formulismo? Ah, y seis meses antes ¡ya ganaron!
Así, de esa Reforma Judicial que, insisto, 99% de la población no sabe de qué se trata; ellos sí, y muy bien. Ahí los vamos a ver. Si guardáramos en sobre lacrado y ante un notario público, los nombre de los que ya vemos como ‘seguros’ para ser ministros (en cada entidad el mismo ejercicio para magistrados y jueces), y lo abriéramos después de la ‘elección’… …acertaríamos casi en su totalidad.
Y vea usted: el sábado 14 de diciembre, del año que concluye, una notica que leí en línea me dejó en shock. Omito los nombres, por respeto a la ciudadanía de esa entidad. Decía la nota: “…quien hasta los primeros días del mes de diciembre de este año se desempeñaba como chofer del despacho de la gobernadora…, pasó a ser juez especializado de mujeres del Tribunal Superior de Justicia estatal”.
Quede claro, no demerito la importancia del trabajo de los choferes; incluso, lo pongo así, para dejar en claro su relevante labor: un juzgador, del más alto nivel, no conduce un tractocamión que lleva -en su remolque- 30 toneladas de carga. En mucho -los choferes- ‘mueven’ a México. Llevan los productos alimenticios y de trabajo; así, como a miles de pasajeros. Solo que, por más que alguno de ellos, realice (a la par de su trabajo) algún estudio < eso muy loable >, no podrían… …de la noche a la mañana, realizar una tarea tan sensible, como impartir justicia.
El mejor de los choferes fue ayudante; ahí, adquirió experiencia y conocimiento de motores, sistemas de trasmisión, frenos, etcétera (necesario para serlo). Los trabajadores del volante lo entienden y, en la práctica, lo realizan. Quienes ‘conducen’ los destinos del país, no aceptan que, para ser Juez, también hay que empezar desde abajo. Vaya Reforma Judicial, cuánto desdén por la justicia, ¡ufffff!
Y en más noticias…, al día siguiente de la anterior, pudimos leer, en línea, respecto del único país en América Latina que realiza elección de juzgadores: “Hoy Bolivia tuvo elecciones judiciales y la historia se repitió: I) Apatía ciudadana, II) Desconfianza total, III) Votos nulos y blancos como rechazo al sistema. ¿La razón? Politización de la justicia: jueces elegidos no por mérito, sino por intereses partidistas. En México, la propuesta de Reforma Judicial va por el mismo camino: elecciones populares que, lejos de fortalecer la justicia, la pondrán en manos del poder político.” (…). ¡Ufffff!
Por los muertos y desaparecidos, el problema de la inseguridad es lacerante, y se disfraza de mil formas. Deseo que, pronto, haya resultados que permitan < en los hechos > tranquilidad ciudadana y triunfo a las instituciones; para que, los deseos de salud, armonía y éxitos para 2025, lo sean.
< En el recuento >, los números de muertos y desaparecidos crecen por los ofendidos, como la angustia que sufren las víctimas. De eso -la elección de jueces- no es la solución; solo es un telón…, y, antes de que caiga, ya vemos muchas cosas. El resultado… -sin duda- …como en Bolivia.

Comments