
Ayer, 1 de marzo, comenzaron las campañas, para las próximas elecciones del 2 de junio. Ah…, en forma oficial, porque antes < mucho antes >, (como no hay precedente en México), parecía que ya había comenzado el proceso electoral, por dos cosas, que van de la mano:
Primero, en el partido político en el poder, con la marcada intensión de atraer a los electores, ‘encendieron’ los reflectores, y con mucho tiempo de anticipación hicieron un proceso interno, en el que participaron, los que identificaron, con el mote de “corcholatas”. Ah…, y qué despilfarro.
Los… pre – pre, candidatos recorrieron el país entero. Sin recato -gastaron millones y millones de pesos-. Viajaron en aviones oficiales, comerciales y no sé si, incluso, en privados. Colocaron publicidad, con espectaculares a diestra y siniestra y, las infaltables, pintas de bardas por doquier; trasporte para los acarreos; renta de mobiliario y sonorización para sus eventos, etcétera, etc. Y, al respecto, no podemos -ni debemos- dejar de preguntar… ¿de dónde salió ese dineral?
A MORENA, le fue impuesta una multa por más de 38 MILLONES de pesos, “…principalmente por no haber informado al INE de cuánto gastó en la contratación de anuncios…”, lo que corresponde al 74% de las multas a todos los partidos. Así de grande el arrebato…, ¿cuándo pagarán? Y, surgen otras interrogantes, ¿para qué el ajetreo? ¿para qué, tirar el dinero, en gastos y multas?, si es del dominio público que…, el señor presidente, ya había decidido al relevo. Entonces…, solo fue, para decir que -no- son como los de antes…, como dicen, “salió más caro el remedio que la enfermedad”.
Segundo, el señor presidente López Obrador, en su incisiva perorata, cita con frecuencia que, antes de que él gobernara, hubo… “gobiernos ricos, con pueblo pobre”. Y, en su administración: precampaña < millonaria > en pueblos llenos de necesidades. Así, quien protestó guardar y hacer guardar, la Constitución, hoy, pareciera que, parado sobre nuestra Carta Magna… dice “…no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”. Ante tal dispendio… …bien podríamos decirle “no nos salga con eso de que, los gastos, son los gastos”. E, insistir…, ¿de dónde salió ese dineral, que derrocharon sus corcholatas? Porque, en una paráfrasis a la comediante…, …como dice una cosa, hace otra.
Por las lecciones que dejaron el 2006, el 2012 y el 2018… para las elecciones del 2024, advierto dos estrategias: 1°. En los actos de su partido, las ‘propuestas’. 2°. En las mañaneras (y cada que pude), arremete contra de sus opositores; esto último, para seguir ‘conquistando’ electores y, de paso, evadir al árbitro electoral. Porque, como sea, este año quiere ganar, con todo lo que desde el gobierno tiene a la mano y dispone. Así, el anhelo de triunfo, de aquellos años…, ¿se volvió arrebato?
En el ánimo de los electores, hay una fina línea que no distinguen…, pareciera que ni tan experto proselitista. Si bien, el señor presidente goza de aceptable simpatía, no así todos los que con él participaron y -hoy-, de una u otra manera, están en su ‘lucha’, en diversos escenarios. Solo basta ver algunos eventos, como el de hace una semana en Mazatlán (por citar uno solo), en el que, al gobernador sinaloense, lo abuchearon e hicieron fuertes reclamos, sus muy molestos gobernados.
Luego…, quien ha sabido ‘vender’ su discurso, al pueblo bueno (y todo, le creen, casi a ciegas), no ha logrado que -a sus cercanos- les tengan la misma aceptación y, en los eventos, es común verlo como su defensor. Entonces, qué pasará una vez concluida su administración. En condiciones normales (sin que haya injerencias [incluso oscuras]), su partido -como él- estará de salida.
Ah, y no hace falta que diga (n), que -no- deben regresar los de antes. Hoy, las nuevas generaciones (el voto que puede ser decisivo), todo perciben…, casi, casi de ‘botepronto’. Y reclaman… …cuando, en los discursos, no hay armonía con los hechos.
A los nuevos electores… podrían sumarse los que ven con desagrado el actuar de algunos políticos. A los que -en anteriores elecciones- les llevaron un discurso y, en estos días, aparecerán con piel distinta y con otras siglas. Los que, en sus arengas, alabarán lo que ayer criticaron y, en el partido -hoy- dominante, los recibieron hasta con aplausos; aunque, para ello, pasaron por alto, lo que le han dicho al pueblo bueno. La trasformación a la inversa: a los que repudiaron, hoy están con ellos. Qué farsa.
Ojalá que, el señor presidente, hubiese querido tener una despedida tumultuosa, como la que tuvo al arribar a la más alta magistratura. Empero, el proceso electoral, lo tiene obnubilado. Con ello, cesaron los reclamos, de él y de sus partidarios, para algunos de los que -en el discurso- etiquetaron como “neoliberales”. Los recibieron para, con los suyos, sumar votos; después (a todos), podrían tenerlos por desocupados… < los jóvenes y la ciudanía > …que ya se manifiesta.
Si él no quiere que regresen los de antes; las víctimas y los ofendidos, no quiere que repitan los de ahora…, porque, la seguridad pública y la persecución en contra de la delincuencia organizada, cayeron a los niveles más bajos y alarmantes. Eso sí, ante cualquier reclamo al respecto, de inmediato invocan al nefasto exservidor público, que sentenciaron en los Estados Unidos, como si fuera éxito de ellos. En tanto él y sus colaboradores, por estar de espaldas, viendo ese pasado, no han visto lo que tienen enfrente. Por mucho, ya pasaron los dos años, que prometieron para lograr la paz en México.
Para las señoras candidatas y el señor candidato, a la presidencia de la República, surgirán ‘ene mil’ comentarios, planteamientos y peticiones. Con respeto a lo que expongan mis colegas, un servidor de usted (es), insistirá en los avances del sistema penal acusatorio, que, en esta administración, lo pusieron en ‘pausa’. En lo que no demoraron, fue en la precampaña… millonaria. El proceso electoral estará ‘salpicado’ por esos dispendiosos gastos y… …lo que falta, incluso, ¿para el arrebato?
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