
El dos de junio, al acudir a ‘votar’, con aprecio saludé a algunos paisanos, con quienes no coincidimos en meses o años. El saludo, al margen de las respetables preferencias electorales. Armonía social sin enconos partidistas. Así ocurre ‘abajo’, en donde…, ¿hay reflexión en las consecuencias del voto?
‘Arriba’, los que ayer fueron, hoy son… y… mañana buscarán serlo, contra viento y marea. Sin importarles, cambian de piel, de ideales, de compromisos. Todo sea estar; y, como dicen: “vivir del presupuesto, no en el error”. Los nueve candidatos (as) a gobernadores (as) por MORENA (en la elección del 2 de junio), algún día fueron militantes del PAN o del PRI. Otros, sin sonrojarse, también se fueron y, sin pudor, los recibieron en MORENA.
Algunos expertos dijeron que, si el dos de junio acudía a votar más del 65%..., ganaría la elección la candidata de “Fuerza y Corazón por México”. Por la concurrencia y los resultados preliminares…, veo en el escenario dos cosas: como en el 2018…, ¿sigue el cobro de la factura?; o, como afirman algunos…, ¿fue una elección de Estado? De lo último, dije en anteriores artículos:
Para esta elección, el partido en el poder (contrario a lo que digan), “se sirvió con la cuchara grande”. Las llamadas “corcholatas”, estuvieron en campaña presidencial desde hace dos años. Ah, y lo que en económico representó…, los traslados en aviones oficiales, de línea y privados; las pintas de bardas; los espectaculares; acarreos, e interminables etcéteras. En suma, una cantidad millonaria … que no gastaron…, ni los anteriores…, …y de la que no podemos dejar de preguntar ¿de dónde salió el dineral? Incluso, el INE, impuso a MORENA una multa por más de 38 millones de pesos.
¿Eso no lo vio el electorado? Además, la administración que concluirá en unas semanas es, hasta hoy, la que más homicidios y desapariciones tiene, en el México contemporáneo…, con la afectación a diversos actores de la vida política y hasta niños. Es un daño social de imposible reparación.
En la anterior administración, el robo de hidrocarburos desbordó, con la gravedad consecuente. Por ese problema, recordemos lo que ocurrió en Tlahuelilpan, al inició de la actual. Ya en la llamada 4T, hace poco nos enteramos del que llaman “el huachicol fiscal”, que dicen, pronto será un escándalo, por los por miles de millones de dólares que afectan a la nación. Así, lo que era chico…, creció.
Además… el dos de junio, los electores, sin reproche -a la 4T-, por no molestar a los que estuvieron en el poder. Si el voto fue para seguir en el cobro de la factura -a los anteriores-, el presidente…, se las ‘fio’; porque, solo hizo una ‘consulta’, en la que no participó ni el 2% de la población. Eso sí, en sus mañaneras, les ‘pegó’ con todo…, para lograr el anhelado Plan “C”.
Reza la filosofía popular que “el poder marea y, el poder completo, marea completamente”. Con el llamado Plan “C”, otras instituciones (como la Suprema Corte de Justicia de la Nación), no estarán ‘frente’ al presidente, para hacer un necesario equilibrio de poderes. Como tampoco lo han hecho diputados y senadores (de todos los partidos de los presidentes); siempre incondicionales. Así, los tres supremos poderes, estarán concentrados en una sola persona. Sin ley ni justicia por delante.
La población, que hoy los tiene ebrios de felicidad, por el triunfo del dos de junio, ¿sabe de esos alcances? Puede dimensionar lo que implica que (el presidente, primero y la presidenta después), dispongan sin restricción; porque, a esa borrachera…, le llegará la resaca…, y…, no sé si en seis, en doce años ¡o más!, los mexicanos pagaremos esa carísima factura. Por el bien de nuestro país, esperemos, que -el pago- no sea a largo plazo…, podría causar estragos, como en otros países.
En la reyerta poselectoral, dicen que hay imprecisión en el conteo de votos. Que pedirán recuento para evitar la consumación del Plan “C”; es decir, para que los solícitos diputados y senadores, del partido en el poder, no sean solo ‘peones’ presidenciales, al grado de ‘desaparecer’ instituciones. Porque, si solo con el poder, en la actual administración, acontecieron muchas cosas (de las que, en líneas arriba, solo refiero a algunas), imaginemos…, con el poder total. ¡Uf! El ‘triunfo, obnubila y no permite ver lo que viene. Siguen sin darse cuenta de que -el pueblo- siempre paga los platos rotos.
Y, de lo que -en esta administración aconteció-, hay algo más delicado: los abrazos…, con lo que, en homicidios y desapariciones representó y, al respecto, ¿habrá acciones?, en contra de quienes debieron acotar a la delincuencia organizada y no lo hicieron. Mala señal enviaría, la presidenta electa, en cuanto asuma el poder, en no llamarlos a cuentas. Aunque…, ¿con jueces, magistrados y ministros electos por simpatía?, bajo las reglas el Plan “C”, ¿solo “justicia y gracia” para los amigos?
Guardo especial recuerdo de mi extinto amigo Miguel Arroyo Ramírez; quien, cuando fue consejero de la Judicatura, tuvo a bien sugerir que, quien esto escribió, hiciera la presentación del Código Nacional de Procedimientos Penales, comentado por jueces y magistrados del Poder Judicial de la Ciudad de México. En ese evento compartí, el presídium, con la hoy presidenta electa de México; a quien, con respeto, le obsequié un ejemplar de mi libro La secuencia del procedimiento penal en el Código Nacional, que atenta recibió.
El 22 de marzo del 2023, mucho antes de su participación en el proceso electoral, del dos de junio, con gusto llevé un ejemplar de mi libro Por la puerta de enfrente. Relatos de un agente del Ministerio Público, a la ingeniera Xóchitl Gálvez Ruiz (senadora hidalguense [nuestros pueblos están a diez kilómetros de distancia]), En la tarjeta correspondiente, dije en el segundo párrafo:
“Manifiesto mi respeto por todos los institutos políticos y por sus militantes. Si bien tengo consideración a todos…, debo precisar que soy ajeno a esas actividades. Mis referentes son, la ley y los actos de justicia, como podrá advertirlo de la lectura…, que dejo a su amable consideración”.
Insistiré. Antes de las elecciones del lejano año 2000, el doctor Jorge Madrazo Cuéllar, entonces procurador general de la República, ordenó una reunión de delegados. Ahí nos dijo que, si deseábamos participar en la actividad política, abandonáramos la institución y enfatizó: “señores, la justicia no tiene color”. Cuánto anhelo de que -eso-, en México, cobre vigencia y acote al poder, que no quiere frente a sí, ni a ley ni a la justicia.
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