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LA AUSTERIDAD Y EL 2° ROUND

Foto del escritor: Palemón AlamillaPalemón Alamilla



Hace unos días, en la conferencia periodística de la mañana, el señor presidente, anunció una reducción más, a los gastos de la administración pública que él encabeza. A consecuencia, la frase…, “…de la austeridad republicana a la pobreza franciscana”.


La medida no es nueva. Desde hace muchos años (con esa decisión), y en administraciones de diversos colores partidistas -el gobernante-, parece llamar la atención de sus gobernados, más que la de sus colaboradores, quienes, al ejecutar los planes y programas, acuden a un clásico, y ante ello, dicen…, “…se hace lo que se puede, con lo que se tiene”.


Y sí -que es para llamar la atención o desviarla- en tanto no hay avance en algunos planes y programas, de acuerdo con lo que ofrecieron. Lo más delicado, algunos acontecimientos generan inquietud, preocupación o… hasta alarma en la sociedad.


En esta administración, lo que mucho apremia, es el alto nivel de violencia, que en algunas regiones es alarmante y, en todas, preocupante. La descomposición, que inició a partir del año 2006, no la han acotado, como lo ofreció el presidente, con todo y que así quiera.


El combate a los grupos delictivos organizados -competencia federal-, generadores de la violencia en el país (como lo expliqué en mi anterior entrega[1]), no muestra resultados en la actual administración, con todo y la reducción -de homicidios- que acaba de anunciar el INEGI (contrastante con la realidad); antes bien, sigue la inercia, que inició en ese aciago año.


Además, en el día a día, de toda administración, surgen contratiempos que, insisto, inquietan, preocupan y alarman a la sociedad y…, decir que gastarán menos…, no garantiza resultados.


De la referida reducción de gastos, no dijo el titular del Ejecutivo, cómo es que aplicará y qué impacto tendrá en áreas de seguridad e investigación. Porque… -enfrente-, esos grupos, que delinquen, tienen todo un poderío económico, por sus lucrativas actividades.


Cierto, no es un enfrentamiento a billetazos, si me permite (n) la expresión; solo que, las acciones para combatirlos, acotar sus actividades financieras, llevarlos frente a un Juez, etcétera, requieren de agentes de policía y del Ministerio Público, con excelente preparación y, para ello, no debe escatimar gastos. De ser así…, dice la filosofía popular… “lo barato sale caro”, ¡carísimo!


Qué paradoja, la aprobación del señor presidente supera el 60%, en tanto, la percepción de inseguridad -en el país- es del 67%. Luego, el titular del Ejecutivo, no compite con sus adversarios políticos, lo hace con la inseguridad que, en su administración, es un rubro pendiente, y… está por arribar a su quinto año de mandato.


Qué pasará si, a la hora de ejecutar esa nueva reducción de gastos, mutilara egresos para la seguridad e investigación. Lo afirmo con todo respeto, no se daría “un balazo en el pie” (para seguir con las frases populares), sería tanto…, como perder el round final.


No perdamos de vista que, después de los dos primeros años de su administración (en los que dijo pacificaría al país), perdió un round y, al llegar a los cuatro años (segunda tercera parte de su mandato), podrían ‘cantarle’ otra derrota. Luego, tiene unos días -creo- para evaluar -hacia adentro- y ver, como es que debe ‘ajustar’, para ver si…, los que combaten a la delincuencia organizada, están a la altura del compromiso, que él hizo con México.


En una de esas (por lo de los abrazos), ellos se ‘echaron’ a la hamaca, en vez de decirle, con alto sentido de responsabilidad, “…no es por ahí señor presidente”, porque llevará -por siempre- el reproche de las víctimas y ofendidos, en particular y, la sociedad, en general.


La solución…, por mucho, no está en la austeridad; antes bien, insisto, en la extraordinaria (aunque sea costosa) capacitación. En la apertura, para escuchar e intercambiar información. Los grupos delictivos organizados, son trasnacionales. A la misma hora, pueden realizar una operación en distintos países, los que deben interactuar, entre sus instituciones. Sola, la nación que pretenda combatirlos, muy sola (y con sus problemas), se quedará.


La sociedad mexicana, después de muchos años y diversas administraciones, ya no da para más. A la hora de los comicios, en el 2024 (cuando el factor López Obrador pase a la historia), la factura podrá tener costo, por la falta de respuesta a la inseguridad. Por ello, pareciera que no es tarde, para…, después de esa evaluación -hacia adentro- reencausar.


Una vez que termine su administración, ha dicho el señor presidente, se retirará de toda actividad pública (con mi modesto reconocimiento por ello [por qué no lo han hecho otros, que dañaron a la sociedad) y, con él, podría llevarse el reproche, por lo que no logre en seguridad.


Otra paradoja…, algunos de los que investigan (a los grupos delictivos organizados), seguirán. En diversa faceta o con otras tareas, ahí estarán. Desde el año 2000, toman decisiones, que en poco o nada benefician a la sociedad. No será que -antes- tendrían que irse ellos, en vez de pensar en la austeridad…, porque, el ‘conteo’ sigue…, y…, está por terminar el 2° round.



_______________________ [1] A su disposición en www.palemonalamilla.com

 
 
 

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Rodríguez Puebla esq. Francisco I. Madero (altos), Colonia Centro

Progreso de Obregón, Hidalgo.

Correo electrónico: info.alamilla@gmail.com

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