
Además de la pasión por nuestro trabajo, los abogados tenemos otros entusiasmos; el fútbol, es uno de ellos. Algunos, vibramos con el equipo que representa a nuestra alma mater…, “los pumas son la imagen de los universitarios en la cancha de fútbol”, rezaba el promocional. En Ciudad Universitaria, antes de iniciar el partido y con el puño en lo alto, jugadores y público cantan eufóricos[1]: “Oh Universidad, escucha con qué ardor, entonan hoy tus hijos, este himno en tu honor…”.
Ese deporte mueve al mundo. En México, está por terminar otro campeonato. En Europa, ir a un partido de fútbol, es cosa hasta de dignatarios. A escasos siete meses, las entradas a los estadios, para el mundial de Qatar, están por agotarse. De ese tamaño es el entorno que genera.
Además del equipo de mi Universidad, hay un antecedente de identificación con otro, que con gusto les comparto. Una vez que Cruz Azul ascendió a primera división profesional, en mi tierra natal (a 40 kilómetros de la sede principal de la cementera), no estuvimos al margen de los festejos.
Fernando Rojo Bocanegra, alto directivo del flamante club de fútbol ascendido, sin ser originario del lugar, se había avecindado en mi tierra, en donde vivía con su esposa. En la población, como concesionario, expendía cemento y, por su don de gentes, tuvo muchos amigos entre los pobladores y, con mi padre, hasta compadrazgo.
Por la total identidad, con su querido compadre, “don Fer”, como todos le decían, le propuso a mi papá que, uno de los tantos festejos -por el ascenso del equipo- fuera una comida en la casa nuestra (y de usted), en Progreso.
Sin el glamour de un festejo, que correspondería a estos tiempos, no faltó la tradicional barbacoa de la región (la mejor del mundo), que degustaron, en el corredor de esa casa pueblerina, el técnico del equipo, el húngaro Jorge Marik, sus auxiliares y jugadores, de los que cito a dos, por lo que, para el fútbol mexicano, representaron: Héctor Pulido y Fernando Bustos. Fue una tarde de alegría, con comida, bebidas, canciones y la muy alta expectativa que generó en el pueblo.
58 años después de aquel ascenso, y muy a pesar de los pesares (por lo que han creado desde adentro -y más- desde afuera), Cruz Azul, ya fue 9 veces campeón, con mayores logros en los llamados torneos ‘largos’. En México, en más de un siglo de futbol federado, la selección nacional no ha tenido esa evolución. En los mundiales no ha ‘pesado’.
En la época contemporánea, a partir de las impresionantes actuaciones de Hugo Sánchez y Rafael Márquez, en España, hasta estos días, con Irving Lozano, Jesús Corona y Edson Álvarez, por citar tres (en Europa), hay jugadores para llegar lejos y no…, no llegamos al quinto partido. Ante ello, advierto que, es más lo que ocurre -fuera- que -dentro- de la cancha.
Los eventos que envuelven, a los conglomerados, son una catarsis para los pueblos. Quizá por ello, a querer o no -en el fútbol- existe una deformación en su entorno, hasta por el color de la playera. A lo anterior contribuyen -y mucho- los medios de comunicación, con los advertidos ‘sesgos’. Una vez que inicia el encuentro, las no siempre claras decisiones arbitrales; vamos, ni con imágenes el Video Assistant Referee (VAR)…, es claro y contundente, entre otros muchos entuertos. El fútbol, como deporte, sucumbe ante todo ello.
Sí que nos gustaría, que México, llegara a ese quinto partido. Insisto, nuestros compatriotas -en lo individual- han dado muestras de su capacidad, para conseguirlo. En lo grupal…, ahí… sí que está el problema. Los temas ‘extra cancha’, parecieran ‘jugar’ un papel determinante para ello.
En la vida profesional, la lección del libro y la exposición en clase, parecen… en diversos supuestos, distantes de lo que ocurre en los tribunales…, ¿también -ahí- por lo que ocurre afuera? Respecto del Sistema Penal Acusatorio, algunos mandatarios dicen que es una imposición, sin darse un tiempo para conocer la historia, que también -parece- desconocen sus colaboradores.
Así, esa sistemática, que ya impera en todo el mundo -en México-, por temas extra tribunales, ni siquiera calificaríamos; menos, jugaríamos (aunque sea) cuatro partidos, de existir un mundial de justicia. Ah, y no vemos para cuando, podamos avanzar, con todo y lo que urge hacerlo.
En materia procesal penal, hay tres escenarios: 1°. Lo que teníamos (en el que ya existía la oralidad en procesos sumarios). 2°. Lo que tenemos (con la reubicación de los elementos, para solicitar la aprehensión o comparecencia, para imputar, para acusar y [el reacomodo] de la consignación a la sentencia), y 3°. A lo que debiéramos llegar, para tener presencia en el ámbito internacional.
Por lo que leemos en los medios…, parece aclarar el panorama, por la posible llegada, del Ministro Zaldívar, a la FGR. De ser así, con él un gran equipo, espero. A eso si le veo futuro. Cité, en diversas ocasiones, la exposición de una experto francesa, quien dijo que, en su país, las tareas -de procuración e impartición de justicia- tienen el mismo nivel de preparación y desempeño (aquí, con copia a algunas autoridades del fuero común), porque… en todo México… es urgente, insisto.
En lo jurídico, también hay talento, para jugar un mundial. En procuración de justicia, en mucho contribuiría la llegada, del hoy Ministro -a la FGR- con un equipo muy profesional. Ojalá a eso apueste el señor presidente, con su propuesta ante el Congreso, para solventar esa asignatura pendiente en su administración. A los de ‘casa’, que también refieren, como candidatos al puesto…, años y años… y no dejan huella. Solo sería entronizar la falta de solvencia. Los resultados actuales, son imputables a ellos. Después de tres años, como en anteriores administraciones (en las que también participaron), los cabecillas siguen sueltos.
Por cierto, también está pendiente -la seguridad pública- en la que, 65% de la población (el mismo porcentaje que, nos dicen, tiene de aprobación el presidente), se siente insegura, según reciente encuesta.
__________________________ [1] De la autoría de Ramón Emilio Jiménez.
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