
En un diálogo, el hombre modesto y de un medio semirural (simpatizante del partido en el poder), le preguntó a un abogado, ¿qué es eso de la Reforma Judicial?, de la que tanto hablan. Creí que lo sabía, contestó el letrado, y, agregó…, porque escuchamos -una y otra vez- que, quienes votaron por MORENA, lo hicieron, para que haya cambios en el Poder Judicial.
Uy “lic” no…, …fui a votar por la elección presidencial, y con el riesgo de equivocarme. Y, recordó el hombre modesto: me decía mi papá que, desde sus tiempos, hacían propuestas los candidatos. Con Luis Echeverría, decían que “ARRIBA Y ADELANTE”; con López Portillo, la solución, eran “TODOS”; con Miguel de la Madrid, que “LA RENOVACIÓN…” no sé qué “… DE LA SOCIEDAD”. Y, ya, en mis tiempos, EL CAMBIO, que no lo fue, con Vicente Fox y, ahora, disque la TRASFORMACIÓN…, …con miles y miles de muertos y desaparecidos; y…, falta de seguridad pública… …como no lo vimos antes.
“Lic”, si no sabemos de algunas cosas que hablan en los mítines, menos vamos a entender qué es la Reforma Judicial. Mi familia y, yo, no…, …ni siquiera. Y le platico dos casos, abundó aquel hombre:
Una vecina pidió un dinerito. El que se lo prestó, le hizo firmar una ‘letra’; después…, cuentas y cuentas y -ya- le debía un dineral. Llegaron que, del juzgado, para pedirle el pago y, como no pudo hacerlo, le embargaron su casita. Fue a ver a un abogado para que le arreglara el asunto. Pasaron los meses y nada…, ya le van a quitar su casa. Ah, eso sí, gastó más en el abogado, que en lo que pidió prestado.
A una parienta (siguió el hombre), también la ‘visitó’ el señor del juzgado, porque debía cincuenta mil pesos y le dejaron unos papeles. Fue a ver a un abogado joven, a quien le dijo que -sí-, que ella pidió el dinero, solo que, al firmar, cambió de firma y que, con eso, no le podían exigir el cobro. Ese licenciado -le dijo- que le llevara siete mil pesos, para empezar, y que él se encargaría del asunto.
Antes de llevarle el dinero al “lic”, su papá de mi parienta se enteró y la regañó. La llevó con otro abogado que él conoce; quien, le dijo que pagara de inmediato; porque, después debería el dinero, los intereses y, además, podría enfrentar un asunto -con el del Ministerio Público- por variar su firma. Qué problema, con la usura, porque ni como ir al banco. Y ni quien oriente a la gente. Los “lic’s”, cobran y no siempre entregan buenos resultados. ¿Por eso van a hacer la Reforma Judicial “lic”?
No, no es por eso…, dijo el abogado y agregó, trataré de no confundirlo: el artículo 49 de la Constitución dice que, “El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.” Además, el artículo 40 de la propia Constitución, dispone que -por voluntad del pueblo- estamos constituidos en una República, compuesta por estados libres y soberanos y por la Ciudad de México y -unidos- en una federación. Con esa y otras disposiciones hay dos competencias:
A una le dicen “local” y, a la otra, “federal”. Así, en su estado, el Poder Legislativo lo integran los diputados (locales); y, en lo federal, los diputados (federales) y los senadores. El Poder Ejecutivo lo representa el señor o señora gobernador (a), en lo local y, en lo federal, el señor presidente (y, a partir del primero de octubre próximo, la señora presidenta) de la República.
Y, el Poder Judicial: en su Estado, (Tribunal Superior de Justicia), con jueces de primera instancia, y magistrados (segunda instancia [conocen de las inconformidades que surgieron en la primera]). Y, en la competencia federal (Suprema Corte de Justicia de la Nación), jueces, magistrados y ministros.
Los que están en la competencia federal, en su mayoría, tienen su origen en familias modestas y, ante ellos, tramitan los amparos, que es la herramienta jurídica de la que -todos- disponemos, ante las arbitrariedades de las distintas autoridades, y que no son pocas. Por eso, en 2023, tramitaron -en todo el país- un millón trescientos mil juicios de amparo.
Amparos que se relacionan (con todas las materias de las distintas ramas de Derecho), y, para conocerlas, exige un alto nivel de estudio, al que es posible llegar con años de trabajo y experiencia profesional, porque usted, su familia, los integrantes de su comunidad, en fin… todos los mexicanos…, merecemos la protección de la ley. Como dijo José María Morelos y Pavón: “que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo proteja contra el fuerte y el arbitrario”. Por cierto -lamentable- que, algunos, ponen en alto la figura de Morelos y, aquí, le dan la espalda.
Ah, y por el trabajo de los de competencia federal, hay disposiciones -en jurisprudencias- que impiden (a los prestamistas), abusar. Lo último que apareció al respecto, le dijo el letrado (después de ver en su teléfono celular), escuche por favor: “…cuando existe usura en los intereses y un órgano jurisdiccional ordena su reducción, debe aplicarse no solo a los intereses pendientes, sino ampliarse a lo ya pagado”. Y, eso, es solo uno, de los cientos de ejemplos que le puedo dar, de esa y otras materias.
En resumen, hay dos tipos de jueces, por decirlo de alguna forma (agregó el abogado), los de los estados, quienes se ocupan de la inmensa mayoría de los asuntos, como los que usted me comentó. Y los de la competencia federal…, …los de los amparos (incluso, por las imprecisiones que comenten los jueces y magistrados locales [los de los estados]). A los de la Suprema Corte (federales), son a los que -dijeron- que quitarían con esa Reforma Judicial, para que haya nuevos… …por elección.
En ese diálogo, el abogado, también preguntó, …en las elecciones para presidentes, gobernadores, senadores, diputados, presidentes municipales, ¿cree usted que -alguna vez- se ha equivocado?, ah sí lic, todos en la comunidad así lo hemos hablado. En los asuntos, de las que pidieron dinero prestado, ¿cree usted que -su vecina y su parienta-, se equivocaron al elegir abogados?, ¡sí!, la ‘regaron’, y feo “lic”. Ese riesgo llevaríamos al elegir jueces. Porque se – es Juez, por estudio no por simpatía y, con ello, el voto, acotó el letrado y asintió el hombre del campo; quien, inquieto replicó…, …entonces la inseguridad -que sufrimos a diario- ¿es por los jueces? ¡No!, afirmó categórico el abogado.
Agregó el letrado: el artículo 49 también dice, “no podrán reunirse dos o más de estos poderes en una sola persona…”; luego, si hay elecciones para jueces…, como las hay, en los otros poderes…, con esos liderazgos, ¿podría -una sola persona- concentrar dos o más de esos poderes?, y…, por eso quieren cambiar la Constitución, para que no haya limitantes. Entonces la Reforma es un velo…, no es para servir al pueblo, concluyó el abogado y, mucho, lo agradeció el hombre modesto del campo.
Y…, ¿cómo hacerle comprender (a -todo- ese pueblo), a los serviles y a los necios? Hace falta cambiar, diálogos por discursos y hasta ocurrencias. Ah y, algo importante, recordar al Generalísimo Morelos.
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