
La investigación, en su amplio aspecto, es una tarea por demás compleja, para quienes la desempeñan y, una vez que, por una u otra razón, culmina su paso por esa actividad, solo refieren al momento, sin analizar las, a veces, agitadas salidas.
Para quien se compromete, en su actividad y desempeño con pasión y entrega, surge la complejidad, por lo que enfrenta en el día a día. Primero, para satisfacer al sujeto pasivo del delito, sea un particular o la sociedad en general. Después, por los obstáculos que enfrenta -a veces- interminables y, lo peor, por las deslealtades, también, en su amplio aspecto.
Sobran ejemplos respecto de diversos servidores públicos que actuaron con seriedad profesional y, una vez que llegó el momento de ‘irse’, se volvieron -‘desechables’- y, la pasión, entrega y compromiso, se esfumaron, cual vapor restante de una fogata que, en su momento, generó expectativas en planes de gobierno y, hasta, soporte de diversas acciones.
Hace unas semanas, apareció la publicación del libro El fiscal de hierro, en el que, el licenciado Javier Coello Trejo, narró sus memorias en tareas de investigación y procuración de justicia (en uno de los asuntos que ahí refirió, me comisionaron para atender el proceso penal, como agente del Ministerio Público Federal), y, el desenlace, de su actividad, no fue distinto al que sigue, a quienes toman ese nivel de compromiso.
En tanto tuve el privilegio de pertenecer a la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, conocí al doctor Santiago Nieto Castillo, con quien solo tuve un trato institucional que, mucho lamento, no haya llegado a nivel de amistad. En esos encuentros, advertí su amplia preparación y desempeño profesional; amén de su sencillez y cordialidad.
Si bien, su actividad al frente de la UIF, no se enmarcó en la investigación, dentro de una fiscalía, fue investigación lo que realizó… al fin y, a consecuencia, también se fue (aunque él haya presentado su renuncia), sintiéndose ajeno al torbellino. Es posible así advertirlo, por el contenido de su tuit, el que expuso el motivo de su dimisión, y al respecto señaló: “…las críticas derivadas de actos de terceros relacionados con un evento personal y trasparente…”.
Su enlace matrimonial -parece el daño colateral- al hecho de que, una secretaria del gabinete, del Gobierno de la Ciudad de México, viajó en avión privado en el que ‘aparecieron’ 35 mil dólares, que, aun siendo de origen lícito, son actos ajenos a la ‘doctrina’ de la actual administración y …crearon el torbellino.
Luego, esa pasajera y sus acompañantes, así como la citada cantidad, salpicaron el citado evento social y, quien fue ajeno a ello, debió apaciguar las aguas con su renuncia y, en la escala de ‘mandos’, volverse casi un kamikaze, para no afectar la imagen de quien está al frente del Gobierno de la ciudad, con todo y que pidió la renuncia a la integrante de su gabinete.
En el tuit de referencia, con alto sentido de identidad y respeto, remató el doctor Nieto Castillo: “…mi lealtad con el presidente…”, en tanto el Titular del Ejecutivo, dijo, para mi asombro… en la conferencia matutina, del 10 de noviembre, “…fue una buena decisión de Santiago Nieto de presentar su renuncia…”, …cual servidor público… ´desechable’.
No me asomo a la palestra política, solo insistiré…, …la justicia (dentro de la que he actuado), debe ser ajena a ese turbulento escenario. Aun así, advierto que, en lo que va de la actual administración, si alguien puso el acento de rigor, por su formación, ética, capacidad, compromiso y verticalidad (entre otras cosas), fue Santiago Nieto Castillo, quien -hoy- como muchos otros valiosos investigadores, …en la calle.
Por el contrario, pasan y pasan los años y, algunos sin compromiso, ahí siguen y, solo… “nadan de muertito”, en tanto la corriente, por momentos, crea acontecimientos que se tornan delicados. ¿A quiénes solaza -la salida- de muchos de los comprometidos servidores públicos, a la postre ‘desechables’?
El doctor Diego Valadés dijo… “para ser procurador se requiere de un abogado con prestigio dispuesto a perderlo” (frase extensiva -hoy- a los investigadores). Y… ¿lo pierden por sí, o los ‘obligan’ a perderlo? ¿Quiénes?, …los que están en el escenario y parecen ajenos, a los verdaderos contratiempos. En esto -la 4T- como la primera, la segunda, la tercera y… las que sigan… primero la política, la imagen, y…, ¿alguna otra cosa?, y atrás, muy atrás… la justicia.
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