
Cordial felicitación a mis colegas abogados en nuestro día. Reitero mi respeto para todos; mi reconocimiento, para los que no pierden la gran pasión por nuestra profesión y, mi admiración, para quienes, desde los distintos ámbitos de sus tareas, dejaron (y dejan) huella por su aporte.
Desde hace 62 años, en México, el 12 de julio es el día del abogado. Por ello, hay un cúmulo de expresiones al respecto, todas muy interesantes; destaco, la que expuso Gerardo Laveaga en AMX Noticias, por sus siempre interesantes y relevantes conceptos, llenos de rica retórica, que basa en su excelsa preparación y gran elocuencia.
La intervención, de los abogados, es amplia y de gran participación en diversos ámbitos sociales. Por el antecedente de mi actividad profesional, referiré a las tareas de quienes tenemos relación en el campo del Derecho penal y procesal penal.
De la primera, las enseñanzas del maestro Fernando Castellanos Tena (mi profesor de Derecho penal I); quien, entre otros actividades profesionales, fue Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y autor de la icónica obra Lineamientos elementales de Derecho penal. Al referir a la evolución de las ideas penales, aludió a la clasificación de ese periodo, en los siguientes momentos:
La venganza privada, con el referente al “ojo por ojo y diente por diente”, de la Ley del talión; la venganza divina, en la que juzgaban a nombre de Dios; la venganza pública, en la que exponían, a los supuestos infractores de la ley, al escarnio público y, a consecuencia, el surgimiento del periodo humanitario y, después, la etapa científica. Así, contrario de lo lapidario de los tres primeros, de los dos últimos, surgió el derecho de Defensa, ante el avasallador comportamiento, de las autoridades, de esos tiempos.
De la segunda, la muy completa obra Del sistema inquisitorio al moderno sistema acusatorio en México, que publicó la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2013, nos ilustra respecto de la evolución del proceso penal y nos permite conocer, cómo es que surgió el sistema acusatorio clásico, el inquisitivo, el mixto y el sistema acusatorio moderno.
Del último, por el compromiso de los países de América Latina, a fin de que contáramos con un sistema de clase mundial; para, con ello, dejar el oscuro proceso penal y el mundo de papel, en el que, en algunos casos, justificaron prisión o libertad en sentido opuesto. Además, y entre otras cosas, para dar cumplimiento al debido proceso.
En forma por demás lamentable, en México, cada seis años parece que nos reinventamos. Al tomar el mando, la nueva administración (respecto de la seguridad y procuración), cree llegar con la ‘receta mágica’, para temas de justicia. Solo los jueces, con prudencia, siguen el marco legal y resuelven respecto de algunas pifias, que emergen desde las instituciones, cuando les llevan los asuntos.
Con motivo del día del abogado, ¿qué es lo que hoy festejamos?, los que, con el Derecho penal y procesal penal, nos relacionamos. Cómo es que avanzamos, en el desafío de consolidar un sistema penal acusatorio, si, en el cambio de administración, hay un impasse en esa consolidación, por creer que…, eso…, fue una imposición, que nos hicieron, desde el norte del continente. O es una moda. Incluso, algunos creen que es una ocurrencia. Recordemos que, sin revisar los antecedentes, para conocer el compromiso con los países de América Latina, ya tenían un proyecto de otro Código de Procedimientos Penales.
En alguna reunión escuché que, el sistema penal acusatorio, funcionaría hasta que las nuevas generaciones -de abogados-, egresaran con otras enseñanzas y no, no es así. Muchos profesores (como algunos investigadores y jueces), creen que…, es lo que teníamos, solo que, en salas de oralidad.
En la obligación de abundar en la enseñanza y en el conocimiento, acudo a diversas exposiciones, y veo que dejamos el mundo de papel, para arribar a la abundante expresión oral.
Así, para explicarnos alguno de los diversos temas, en la secuencia procesal penal, hay -ya- cualquier cantidad de nombres técnicos, con los que han ‘etiquetado’ a los momentos procesales y, como en el sistema anterior, abusan de formalismos, como si se tratara de ver quién es más abogado, no de que la víctima y/o el ofendido, encuentren respuesta en las autoridades, en las que -cada día- creen menos.
Hasta donde entiendo -no es ese- el sentido del sistema penal acusatorio. Esa sistemática se distingue por ser clara, concreta y objetiva (desde su origen), en los campos, granjas, caminos y villorrios de la isla británica y lejos de las obras de los grandes jurisconsultos romanos, según nos ilustra la obra del máximo Tribunal de la Nación, que aquí refiero. Además de que, de pronto, dejan de practicar diligencias elementales, a nombre del “nuevo” (que no lo es), sistema.
Lo afirmo con el mayor respeto, hace falta que…, primero nos quede claro el origen, trámite y alcances del sistema penal acusatorio; después, que haya voluntad -desde las altas esferas de la vida pública- para su consolidación, a efecto de armonizar con el entorno mundial, como fue el compromiso de México, desde hace más de 30 años.
Llegará el 12 de julio del 2023 y de los años siguientes. Desde ahora, mis mejores deseos para mis colegas. Ojalá, para entonces, tengamos algo que festejar. Hoy, solo estamos de aniversario.
Comments